PAPEL DE FUMAR

Una sola lectura y me he quedao muerta.

Son tantos los comentarios que voy a volverme loca en la próxima cerveza. Empezando por el final (como siempre, es la única manera de analizar el diario como ellos no quieren), os cuento:

en portada me encuentro a Gouläo (imensa desculpa, o meu computador näo tem a posibilidade de escriver isso correctamente), que me habla de drogas. Y sí, lleva razón: el hecho de despenalizarlas (que no legalizarlas) ha disminuido su consumo en la república ibérica (sí, la única que hay en la península, mal que nos pese). Lo que me resulta raro es que el periodista aún se sorprenda de tal hazaña; que yo sepa, en Amsterdam no es todo el monte de orégano... Le reconozco la ampliación en el pseudopermiso del consumo y pertenencia de drogas mayores, cada una que se meta lo que quiera por su cuerpo, pero aún así, me sigue sorprendiendo que sea noticia. Sobretodo si el se lee bajo las letras de mi vecina, sobre la capacidad de superación personal. El no pidas todo lo que el mundo te pueda dar. El que no te dé el mundo todo lo que puedas aguantar.

Sigo pasando páginas, siempre mirando antes la que está planificada (paginizada) para después. Bochorno, miseria, anuncio, CR9 pachuloyó hablando de moral, anuncio, anuncio, la liga, obituarios, anuncio, perdidos sin perdición, anuncio, cooperativas de alimentos y otras alternativas de bancos de tiempo (¡coño! ¿Cómo se ha colado esto aquí? Pero me parece estupendo, por lo visto casi siete mil personas piensan, en Barcelona), anuncio, anuncio, anuncio, Endesa, fusión de cajas que no podrá ser (¡ooohhhhh!), peticiones de cadena perpetua (esto da para otro post completo, la tía debe estar loca), anuncio a media página, la energía nuclear a debate, un vecino sonriente (no comment)...

y todo para llegar a la primera página: Haití ya no está de moda. Hoy pega más (nunca mejor dicho, perdónenme la osadía) un avión derribado por una tormenta (que no, que no hay conspiración) con no sé cuántas muertes a sus... asientos. De Haití lo que pone ahora es pensar en la reconstrucción: uf! Seis meses mínimo de análisis, más una redacción elaborada de la documentación necesaria, luego, contando que no surja ningún imprevisto, pensar en la mejor manera de convertirlo en un país normal, con un esquema urbano normal, unas casas normales, una especulación normal, un lavado de cerebro normal y, en general, un estado de alerta pendiente normal, que es lo que se lleva,.... mmhhhh... pues son diez mil, porque no me caben más cifras en la calculadora del móvil ¿Trato hecho?


Comensales, la mesa está servida. ¿Prefieren puro o copa?

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