INTERFERENCIAS



Anoche, por primera vez, interactuó conmigo.

Ya hace muchas semanas que me da patadas, que navega por mi vientre mientras yo navego por las redes y por el mundo; ya hace días que hace piruetas intentando acomodarse en un lugar que a veces debe serle inhóspito, acostumbrándose a lo que le viene.

Pero ayer nos tocamos.

Yo ponía la mano derecha, dos dedos de presión en el lugar acertado, y alguna parte de su pequeño cuerpo respondía, con un empuje similar al del volumen del cuerpo desalojado. O algo así decían. Sólo un trozo de piel, de mi piel y de su piel, unas cuantas capas finas de humanidad nos separaban.

Qué emocionante...