UNAS CIUDADES CRECEN, OTRAS SE TRANSFORMAN

La reconversión de la Diagonal empezó ya hace años, a mi modo de ver, cuando le quitaron los zapatos para ponerle unos miembros ortopédicos comprados en el mercado más negro que pueda haber.

El desastre del Fòrum 2004 ya nos dio para ver que, en esta ciudad, la “marca Barcelona” es algo que vende más que el bienestar de la ciudadanía y que, al Ajuntament, sea del color que sea, le importa más el maquillaje protésico puntual, a ser posible inflado de botox, que la limpieza de cutis con agua y jabón en el lavabo de casa.

· Sobre la planificación de la nueva Diagonal, poco más que decir después de todo lo leído. No sé dónde se van a meter los vehículos que actualmente circulan por esa vía, arteria principal de la ciudad, y que, como su nombre indica, atraviesa la cuadrícula de punta a punta, evitando la circulación masiva por las calles transversales, de menor sección y, por tanto, menos preparadas.

· Sobre la privatización del transporte público… no creo que eso sea un problema para quien plantea la reforma, sino más bien, un aliciente. Si el faraónico Fòrum, mal llamado de las culturas, fue una excusa para revitalizar el último tramo del Besós, y convertir 117 manzanas del Poble Nou en un barrio nuevo, sacado de la manga por completo, que ha cambiado y cambia la idiosincrasia del lugar de manera brutal (hasta lo han bautizado de nuevo), y cuyas obras se han otorgado a dedo a empresas de sobra conocidas por sus conexiones con políticos y otras malas prácticas (aquí podéis informaros); el favorecer a una sola privada, casi me parece poca cosa. Igual habría que informarse de, en caso de salir una de las opciones A o B ganadoras (o la C, ya que “ni la A ni la B” puede significar cualquier cosa), a quién se han adjudicado ya las obras (recordemos que en el caso del Fòrum, el proyecto urbanístico estaba en marcha en 1996, y nombradas las empresas encargadas de las obras en septiembre del 1997, a pesar de que en enero del 2003 la programación se definía como “abierta, aún no concreta, pero con muchas posibilidades”).

El concepto 22@ se lo inventaron sobre la marcha, de manera que quien tuviera el poder adquisitivo como para comprar una antigua fábrica o almacén de grandes dimensiones (sabiendo el precio del suelo en esta ciudad), pudiera maquearlo a voluntad y, de paso, añadirle unas viviendas tipo loft donde alojar europeos becados por su país que consideran que London ya no es lo suficientemente cool como para pasear sus gafas (lo siento, sé que no hay que generalizar, pero me sale de dentro). Por si alguien desconoce qué significa la arroba, sólo decir que en urbanismo, cuando se hace un plan parcial o un general, a cada zona se asigna un tipo edificatorio con un número, y ese número define si se construirán viviendas aisladas, bloques de ocho plantas con bajos comerciales, bloques de oficinas, casas adosadas de baja más dos… (¿es así, L., O.?). El 22 se refiere a edificación industrial exclusivamente, pero como de ahí es más difícil sacar tajada para las promotoras (y oye, si te hago las obras del Fòrum, como mínimo que luego le saque pasta al nuevo barrio ¿no?), el Ajuntament, aconsejado por su peritaje correspondiente (¿?), decidió que se debía hacer una catalogación diferente, de manera que cualquier antigua fábrica, taller, almacén, etc. podía ser susceptible de reforma si era para crear en ella una empresa TIC (o doscientas sedes de Telefónica), y se permitía, en ese caso, aumentar una planta en altura si se dedicaba a vivienda. O sea, en bandeja de plata.

Si os paseáis por los nuevos talleres del 22@ (que son privados, pero hacen un día de puertas abiertas al año, no sé si obligados por el consorcio) veréis que los antiguos talleres se han vaciado y limpiado por dentro, aplicando algunos acabados en casos extremos, pero poco más, y que, por el contrario, los nuevos áticos coronan los edificios con una pulcritud en los detalles que espanta. Todos alquilados. Tienen lavadora y secadora. Tele de plasma. Tela de plasta. De pasta.

· Sobre el arbolado enfermo… habría que ver qué porcentaje está realmente enfermo, y si es más adecuada una palmera (cada una vale 6000 euros, echad un cálculo) que un plátano, ya sea para sombrear o como sumidero de CO2. Claro que, si hacen desaparecer todos los coches privados, como por arte de magia, igual ya no se necesita sumidero alguno ¿no? ¿Será esa la justificación?

Transformar, revitalizar, crecer... a todo que sí, pero no así.



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